Una nueva piel para un icono en la montaña

En el corazón del Pirineo aragonés, rodeado de nieve, bosque y altura, se alza Casa Astún, uno de los edificios más reconocibles del paisaje invernal de la estación de esquí. Con el paso del tiempo y la exposición constante a condiciones extremas, su estructura original presentaba múltiples patologías propias de su tipología constructiva.

El proyecto parte de una premisa clara: preservar la identidad del edificio, resolviendo sus carencias técnicas y dotándolo de una nueva expresión arquitectónica. Para ello, se diseña una envolvente contemporánea que actúa como segunda piel, mejorando el comportamiento térmico, corrigiendo patologías y transformando radicalmente su imagen exterior.

Esta nueva piel no solo revaloriza el edificio desde un punto de vista estético y funcional, sino que lo proyecta hacia el futuro, alineándolo con una arquitectura más eficiente, resistente y respetuosa con su entorno. Casa Astún es una muestra de cómo intervenir con precisión en lo existente puede generar un nuevo icono sin renunciar a su memoria.