Los Cubos del Pabellón Puente, construidos para Expo Zaragoza 2008, se convirtieron rápidamente en uno de los elementos más fotogénicos y reconocibles del recinto. Situados a la entrada izquierda del río Ebro, estos tres volúmenes transparentes y translúcidos, bañados por efectos de agua y luz, generaron un impacto visual y urbano que los consolidó como uno de los símbolos de la Muestra, llegando a ser de los rincones más captados por visitantes y prensa.
Diseñados como estructuras metálicas forradas con materiales ligeros que interactuaban con el agua y creaban microclimas icónicos. Su presencia en el paisaje expositivo no solo respondía a criterios estéticos, sino también funcionales: servían como espacio expositivo efímero y símbolo del lema “Agua y desarrollo sostenible” que presidió la Expo.
Hoy, los Cubos permanecen como un legado arquitectónico del evento, evocando creatividad, innovación técnica y una estética que sigue alimentando el orgullo urbano de Zaragoza.